con un bosque entero,
adentro, con murmullos
de palomas
y piedras quemantes.
Quiero una mujer
circulando,
cascada en el vientre
cóncavo de peces.
Quiero solamente esa mujer
con montañas
y desfiladeros
en la plenitud de su piel.
Quiero una mujer
hecha de rayos
y lluvias torrenciales,
el ombligo incendiado
de lunas llenas…
Quiero una mujer
puro sendero
de matorrales y palomas,
plena,
pura pampa,
infinita de universo, con la fuerza del viento
y la suavidad del ciervo,
estallando
arco iris entre
los pezones cuando la brisa
juguetea con su hondura
y la alegría
llueve cristales
en la mañana
incandescente
Nov.1992
